Neorealismo Kitsch

Ni Asimov, ni Sagan, ni mucho menos Hawking, en cualquiera de sus obras divulgativas nunca consiguieron explicar tan bien un universo como lo hicieron la Cubana en su sitcom "Teresines s.a.". Estrenada en TV3 en un ambiente preolímpico, "Teresines s.a." retrataba las historias de tres hermanas solteras que vivían en el barcelonés barrio de Gracia. El resto de personajes eran vecinos de la escalera o del barrio. Pero la serie iba mucho más allá porque transpiraba una manera de ver las cosas, de entender la vida, una manera de ser. El universo Teresino es generalmente urbano, el fenómeno no tiene ni genero, ni edad definida y cualquiera de nosotros corre el riesgo de acabar siendo uno de ellos. Seguramente fue por eso que no gustó. Esnobs, culturillas, incluso teresinas auténticas consideraban a los personajes chabacanos, grotescos, feos o chillones. Para el gran público fue mucho mejor la sosita "Oh, Europa". Hace poco repusieron la serie y hay que decir que incluso ha mejorado. Ver las Teresinas es como contemplar tu lado oscuro, entrañable.

Si siguen mirando esta noche no van a poder dormir.

Si quieren más pulsen aquí.

Y si quieren el politono aquí.

¿Quien es el último?

Hay gente que sólo da valor a las cosas en función del precio que tienen. Centrando esta idea en el mundo del arte o del espectáculo, diríamos que un cuadro es más bello cuando más dinero cuesta o que un espectáculo es más entretenido cuando mayor es el precio de la entrada. La pega que tiene pensar así, es que en ocasiones el show se encuentra en las colas de taquilla y uno no se da ni cuenta.

Aquí tienen otro ejemplo más profundo si cabe: