La hora de los mamporros

Los entrañables Bud Spencer y Terence Hill tuvieron muchos fans entre la juventud de finales de los setenta y primeros ochenta. Sus películas, carnaza de sesión doble, eran "buddy movies" a la italioamericana. Títulos como "Quien tiene un amigo, tiene un tesoro", "Le llamaban Trinidad", "Dos superpolicías" fueron clásicos de la comedia de acción, del bofetón y del cachete.

Lo cierto es que siguen sin tener el reconocimiento que se merecen.

A la mayoría de sus jóvenes seguidores nos gustaban sus films simplemente por sus gags al puro estilo slapstick, otros veían en ellos toda una bizarra filosofía de vida. Y fueron estos últimos los que crecieron e ingresaron en los dichosos laboratorios de ideas. Así la esencia del nuevo pensamiento liberal se basa en realidad en las pelis de Spencer y Hill. En máximas que proclaman que las negociaciones se solucionan a tortazos. Y así estamos con tipos como Olmert o Bush en la hora de los mamporros.

P.D. Tengan paciencia, el tubo que les cuelgo es algo largo, pero el final se lo merece.